Un atrevido experimento de fusión de sabores
Reseñas
No venga a Black Dragon Takeout con la esperanza de pedir comida china para llevar o comida típica para el alma; entre y espere lo inesperado.
Una variedad de platos de Black Dragon Takeout. / Foto de Paolo Jay Agbay
Black Dragon Takeout es un lugar nacido de los desiertos alimentarios y los cambios demográficos. El chef y activista local Kurt Evans sabía que en muchas comunidades afroamericanas, la comida china para llevar era a menudo el único lugar donde se podía conseguir una comida rápida y caliente. También sabía que muchas de estas tiendas estaban cerrando: hijos de segunda generación de padres inmigrantes que no estaban dispuestos a hacerse cargo del negocio familiar. Entonces Evans abrió una tienda de negros americanos y chinos con rollitos de huevo verdes en el menú y fotografías saturadas de platos de pollo General Roscoe y rosquillas de batata en la pared sobre un pequeño mostrador de comida para llevar.
Sobre el papel parece muy inteligente.
Pero en la práctica hay un problema. La comida para el alma tiene que ver con la comodidad, la comida china para llevar tiene que ver con la previsibilidad y ambos tienen ciertas expectativas de sabor y textura integradas en la arquitectura cultural de cada plato. Entonces, una fusión de estas dos cocinas (combinando la técnica y el formato chinos con sabores de la diáspora negra en cada plato) elimina el 100 por ciento de esa comodidad, y todo lo que queda para llenar el vacío de expectativas es un elemento de sorpresa: una nueva comprensión de cómo Los sabores pueden trabajar juntos de nuevas maneras.
¿Pero cuándo lo haces bien? Luego obtienes algo como Black Dragon's Rangún con cangrejo Maryland dulce y aperitivo de queso pimiento picante, relleno de conchas crujientes y fritas. O arroz con pollo frito, que es simple y rico en soya, pero también picante y fácil, salpicado con grandes trozos de pollo frito y servido en una porción lo suficientemente grande como para alimentar a dos. Te dan cajas llenas de camarones grandes, fritos y rebozados, cubiertos con una brillante y profundamente sabrosa salsa de batata dulce con chiles que yo bebería en botella, y todo... todoincluso si has leído el menú y sabes que está por llegar, es una sorpresa.
El peligro acecha aquí. Si se le antoja el pollo agridulce, o si se le antoja el pollo asado tal como lo conoce, probablemente este no sea su lugar. ¿Pero qué pasa si estás buscando algo nuevo? Algo diferente? Si estás dispuesto a viajar con Evans y ver adónde te lleva su visión, entonces te esperan buenos momentos en Black Dragon.
Puede que no sean los que esperas.
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Publicado como “Entra el Dragón Negro” en la edición de diciembre de 2024/enero de 2025 de Filadelfia revista.
